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domingo, 8 de julio de 2012

La lucha de la juventud en el marco de la arremetida imperialista contra los pueblos


Ponencia de la juventud antifascista y antiimperialista en el IV seminario latinoamericano de economía marxista.
“La crisis general del capitalismo y el nuevo reparto del mundo”

   En el marco de la crisis general del sistema capitalista, la burguesía profundiza el poder de los monopolios sobre toda la base económica de la sociedad, y como derivado, se agudiza también el dominio sobre la superestructura social, es decir, sobre todas las formas y esferas de la conciencia de las masas, expresada en la ideología, el derecho, la educación, la ciencia, la religión, la filosofía, la moral, el arte y la cultura, etc., donde todas ellas están impregnadas de los prejuicios y de la mezquina visión burguesa, idealista y anticientífica, que convierte a importantes sectores de la juventud en simples reproductores y defensores de los intereses de la burguesía, la mayoría de los casos de forma involuntaria. 

   Pero en la actualidad, las medidas de recorte social que se han venido aplicando sobre todo en los países de Europa por parte de los gobiernos contra sectores populares, han creado un clima de rechazo en contra del sistema capitalista, principalmente en la juventud. 

   La actual crisis financiera o crisis de superproducción relativa, ha arrojado a la miseria y al desempleo a importantes sectores de la sociedad, con particular saña contra los jóvenes, quienes ocupan los porcentajes de desempleo más altos, rondando muchas veces en un 50% por encima de las cifras generales. 

   A la hora de construir una familia, los jóvenes pierden cualquier oportunidad, en primer lugar por la escases de empleos y la casi improbable posibilidad de acceder a una vivienda. Esto queda demostrado en el brusco reducimiento de matrimonios y la no menos impactante baja en la taza demográfica, donde el nacimiento de nuevos bebés ha disminuido en casi un 40% en Europa, comparado con años anteriores. 
   Cuando hablamos de educación, la privatización de la misma, perjudica a decenas de miles de jóvenes estudiantes en todo el mundo. 

   Al mismo tiempo que esto ocurre, las protestas siguen creciendo y el descontento de las masas se hace cada vez más evidente. Los medios de comunicación tienen grandes dificultades a la hora de ocultar las multitudinarias manifestaciones en España, Irlanda o Grecia. Evidentemente, este descontento no se canaliza en organización y lucha acertada en la mayoría de los casos, pues carece de una brújula y de una vanguardia política científica, pero es innegable que en muchos otros casos, las vanguardias proletarias están al frente de la lucha contra los gobiernos neoliberales y reaccionarios, como en Ecuador, donde el gobierno encarcela a jóvenes luchadores estudiantiles, mujeres e intelectuales revolucionarios, acusándolos de terrorismo, cuando en realidad luchan por una nueva sociedad sin explotación. 

   Esto es una regla que se extiende a todos los pueblos humildes y explotados por el modo de producción burgués. La contradicción entre capital-trabajo se expresa de esta manera contra la juventud. 

   El imperialismo empuja a los proletarios a la revolución. Esta tesis cobra mayor relevancia en nuestros días, los clásicos del marxismo leninismo nos definen claramente que junto a la agudización de las principales contradicciones del imperialismo se acerca el momento en que la clase obrara al frente de toda la sociedad oprimida por el capital, da el golpe de gracia al estado burgués. 

   Otra de las contradicciones del imperialismo, o capitalismo agonizante, es la existente entre las diversas potencias imperialistas unas contra otras, las cuales no son más que las rivalidades entre los distintos monopolios y truts que manejan a esos países. 

   Para hacer valer la ley económica fundamental del capitalismo agonizante, que no es otra que el beneficio máximo para los monopolios nacionales, las burguesías de los distintos estados lanzan a pelear a los pueblos entre si. En nombre de la patria, centenares de miles de jóvenes proletarios se asesinan entre ellos para dar jugosas y fabulosas ganancias a los monopolios y “para la gloria de la patria” como ironizaba el camarada Stalin esta situación. 

   Las contradicciones imperialistas entre viejas y nuevas potencias, que estallan en guerras mundiales por un nuevo reparto del mundo, de las colonias financieras, de las fuentes de materias primas y de las esferas de influencias de los imperialistas afectan principalmente a los jóvenes. 

   Los imperialistas alimentan sus maquinarias militares con la fuerza y la vitalidad de la juventud. Son jóvenes, quienes principalmente dan la vida en los campos de batalla por la salud del capitalismo. 

   En los países dependientes, las juventudes sufren las arremetidas del imperialismo a una escala bárbaramente superior que en los países más desarrollados. Los campesinos, son víctimas del sicariato y aplastados por los terratenientes; las mujeres, son excluidas de cualquier oportunidad de empleo digno, y condenadas al embrutecimiento del trabajo doméstico, son presas fáciles del machismo, otra secuela del dominio de clase y de la moral burguesa. 

   Los jóvenes obreros, carecen de importantes beneficios sociales y reivindicaciones que existen en otros países burgueses. En lo sectores profesionales e intelectuales, es norma ser un simple reproductor de las ideas del capitalismo, de lo contrario, serán condenados igualmente a la miseria. La contradicción entre las potencias imperialistas y los países dependientes oprime y explota a los jóvenes hasta niveles comparados con el feudalismo. 

   El primer empleo y la oportunidad de sostener una familia de manera digna, es un privilegio de unos pocos, esto, sumado al deficiente sistema educativo de nuestros países, hace que la delincuencia y el incremento de la miseria, la prostitución, la religión, el tráfico y consumo de drogas se dispare a niveles alarmantes entre los jóvenes, quienes representan el 70 y 80% del total de la población de los países pobres. 

   El sistema político, es más aberrante aun, la crisis general del capitalismo en su etapa final, conduce al surgimiento inevitable del fascismo, que es como decía Dimitrov, la fuerza de choque de la burguesía para contrarrestar el descontento de las masas. Los eslabones débiles de la cadena de opresión imperialista, son caldo de cultivo para la revolución y como forma de detenerla, la burguesía recurre al fascismo, el ejemplo más notorio de nuestros días es Grecia, donde crece la organización popular y revolucionaria al mismo tiempo que los neonazis de Amanecer Dorado se apoderan de escaños en el parlamento. 

   La suma de estas tres grandes contradicciones del capitalismo monopolista, se expresan de manera más cruda en la juventud, y es por esta razón, que en la juventud, principalmente la obrera, está la fuerza de la revolución proletaria. 

  Todas las fuerzas de la juventud deben ser canalizadas en la lucha contra el fascismo y contra el imperialismo. Los jóvenes debemos seguir el ejemplo y las enseñanzas de Lenin, de Dimitrov, del Che, de Enver Hoxha y de muchos otros combatientes revolucionarios acerca del frente de masas, del trabajo por aglutinar los más diversos sectores de la juventud revolucionaria, por la unidad juvenil, camaradas, cuenten con nuestra organización para ese trabajo, cuenten con los jóvenes antifascistas y antiimperialistas de Venezuela como dignos herederos de las grandes gestas revolucionarias de los pueblos que lucharon contra el fascismo. 

¡Que la crisis la pague la burguesía y no la juventud y los pueblos! 


Fuentes:
-Manual de economía política de la URSS
-Fundamentos del leninismo – Stalin
-El año que tampoco hicimos la revolución – Colectivo Todoazen
-Problemas económicos de la URSS – Stalin
-Tareas de las juventudes comunistas – Lenin

-El Komsomol Leninista - Editorial Progreso Moscú

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